“No hay hechos fatales en la historia y todos tenemos el poder de malograr nuestra vocación.Los países pueden frustrarse lo mismo que los individuos y muchas naciones han quedado a medio hacer, como edificios inconclusos abandonados por sus arquitectos. Después de nosotros que no sea ese nuestro caso pues todo lo que podríamos pedir lo hemos recibido de la Providencia. La moral cristiana determina que a mayor abundancia de bienes recibidos corresponde una más severa rendición de cuentas sobre el modo como esos bienes han sido empleados. Esa regla es tan aplicable a las naciones como a los individuos. Los países que han recibido pocos dones tienen derecho a indulgencia: nosotros no lo tenemos. Si malgastamos los tesoros que gratuitamente nos han sido concedidos para hacerlos fructificar, seremos castigados, por la caducidad de nuestra misión histórica”
MARIO AMADEO – Selección de Carlos Frontera
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