“Hay que actuar en dirigente revolucionario y no en dirigente electoral, porque se trata de la disputa del poder. No podemos incurrir en el error de los radicales en 1945 y eso le ocurrirá fatalmente al que haga política en función del pasado. Por cuidar los votos, ellos se quedaron parados y cuando se dieron cuenta, los votos se habían ido. No importa donde están los votos ahora. Importa donde estarán para ejecutar un programa. El que está atento sólo a lo que piensa la gente hoy, se quedará al margen de lo que pensará la gente mañana y aquí está la clave para saber quien es dirigente o no. Además lo que quiere la gente no está dicho por lo que proclaman en voz alta sino por lo que se dicen en voz baja y aún más, por lo que no se dice y está en el subconsciente.”
Estas palabras escritas en 1959, nos llevan a una reflexión para el presente. La Argentina y los argentinos estamos obligados a pensar cual será nuestra futura actitud ante la “globalización”, dado que en ello nos va la subsistencia o la disolución como Nación.
Colaboración del Dr Carlos FRONTERA.
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