BICENTENARIO DE LA DECLARACIÓN DE LA INDEPENDENCIA ARGENTINA.
Significado, razón y sentido de su celebración
Ángel Daniel León Martins, 2016.
Introducción
Este año de 2016, los argentinos, celebramos el bicentenario de nuestra independencia nacional declarada el 9 de julio de 1816.
¿Bicentenario? ¿Independencia? ¿Declaración?
¿Qué significan hoy? ¿Hay algo que festejar?¿Por qué celebrarlo?¿Para qué celebrarlo?
La finalidad de este escrito es encontrar respuestas a dichos interrogantes y los objetivos metodológicos: Conocer sus significados. Entender sus razones de ser. Comprender su sentido trascendente.
El itinerario argumental transcurrirá por el siguiente temario:
- Significados.
- El orden imperante en 1812.
- Razones sagradas de la celebración.
- Razones patrióticas de la celebración.
- Jubileo: fiesta de boda de oro y renovación.
- Repensar la Patria.
- Rememorar y celebrar la argentinidad.
- Rememorar y celebrar el gran pueblo argentino.
- Rememorar y celebrar la territorialidad argentina.
- Balance intergeneracional.
- Evaluación histórica.
- Cuadro de situación.
- Predicciones.
1. SIGNIFICADOS
Bicentenario, significa “Día o año en que se cumplen dos siglos de un suceso famoso. Fiesta que se celebra con ocasión de un bicentenario. Y, Fiesta que se celebra de 200 en 200 años”.
Independencia, significa “Cualidad o condición de independiente. Libertad, especialmente la de un Estado, que no es tributario ni depende de otro. Y, Entereza, firmeza de carácter”.
Declaración, significa “Acción y efecto de declarar o declararse. Manifestación o explicación de lo que otro u otros dudan o ignoran. Manifestación del ánimo o de la intención. Y, Manifestación formal que realiza una persona con efectos jurídicos, especialmente la que hacen las partes, testigos o peritos en un proceso”.[1]
Luego semánticamente, la declaración de independencia firmada y jurada el 9 de julio de 1816 por los representantes de las Provincias Unidas reunidos en el Congreso General abierto el 24 de marzo de ese año en la ciudad de San Miguel de Tucumán, fue una manifestación pública, formal y con efectos jurídicos, de la intención de los pueblos representados por dichos congresales, de constituirse como estado nacional libre, no dependiente ni tributario de otro.
2.EL ORDEN IMPERANTE EN 1812.
El 20 de mayo de 2004, en representación del Instituto del Bicentenario[2] y convocado por la Confederación de Entidades Patrióticas[3] tuve el honor de disertar en el auditorium del Congreso de la Nación, con motivo de la celebración de la Revolución de Mayo de 1810, inflexión institucional a partir de la cual los argentinos iniciamos la etapa independiente de nuestra historia nacional todavía inconclusa pero determinadamente viva.
En aquella ocasión, en mi introducción al tema publicité la carta que el embajador plenipotenciario británico ante la corte de Portugal en Brasil, Percy Clinton Sydney Smythe, Vizconde de Strangford (conocido entre los porteños simplemente como “Lord Stranford”)[4] le enviara a fines de 1812 al ministro de asuntos exteriores del Reino Unido, Robert Stewart, vizconde de Castlereagh[5], explicándole los magros resultados de la misión de su agente en Buenos Aires, el capitán Peter Heywood[6] para disuadir la intención argentina de declarar su independencia del reino de España (obviamente en beneficio del interés imperial inglés).
Me permitiré repetirlo aquí para “entonarnos” emocionalmente respecto del tema (convencido que el “querer” es el principal motivo del “entender”) con el propósito de facilitar al lector la comprensión de las circunstancias condicionantes y determinantes del teatro mundial y de los intereses que actuaban en 1812 en el escenario del Río de la Plata que embretaban al Estado Patrio.
Decía Don Percy: “Me preocupa observar… el primer indicio de una confesada determinación de parte de Buenos Aires de declararse independiente de su vínculo europeo… una especie de desesperación parecía haberse apoderado de las personas que tienen a su cargo la autoridad suprema… actualmente están ocupados en discutir la conveniencia de declarar su independencia antes o después de la Asamblea General.
El capitán Heywood me informa que su “ignorancia” y “orgullo” son “insoportables” y les conduce diariamente a cometer cosas “absurdas”; (por ejemplo) Passo, el actual jefe de gobierno, ha manifestado con frecuencia… que Gran Bretaña no podría proseguir la guerra en la península si se viera privada de las ventajas derivadas del comercio de Buenos Aires que ha sido permitido en forma tan liberal por el gobierno de esta ciudad”[7]
Tal vez el Dr. Passo haya exagerado su apreciación. ¿Pero…somos, los argentinos, insoportablemente “ignorantes” y “orgullosos” y, por eso “conducidos a diario a cometer cosas absurdas?
Antes de responder las cuestiones que aún hoy nos suscita la carta de Strangford, me referiré a las razones por las cuales merece celebrarse el bicentenario de la declaración de independencia del pueblo argentino.
3. RAZONES SAGRADAS DE LA CELEBRACIÓN.
Espiritualmente (teológica y culturalmente) la tradición de la celebración hunde sus raíces arcanas en el mandato bíblico de la Ley Mosaica; el festejo, cada siete semanas de años, del año Jubilar (Jubileo), como símbolo o expresión de la fidelidad del Pueblo en su alianza con Dios, Padre Creador, durante dicho lapso, y como reafirmación del compromiso por el resto de la vida. Así lo revela Moisés: “EL AÑO JUBILAR. Contarás 7 semanas de años, 7 veces7 años; de modo que el tiempo de las 7semanas de años vendrá a sumar 49 años. Entonces, en el mes 7°, el diez del mes, harás resonar la trompeta sonora; en el día de la Expiación haréis resonar la trompeta por toda vuestra tierra. Santificaréis el año quincuagésimo, y proclamaréis en el país libertad para todos sus habitantes. Será para vosotros un jubileo; cada uno recobrará su propiedad y cada cual regresará a su familia”. [8]
O sea que el Jubileo es un Año Santo, de expiación de culpas por el pecado, de proclamación de la libertad comunitaria y de júbilo por la restauración de la propiedad y de la reconciliación filial en la familia.
El carácter sagrado propio del jubileo lo reitera el profeta Isaías: “El Espíritu del Señor, Yahvé, está sobre mí porque Yahvé me ha ungido, y me ha enviado para evangelizar a los humildes, para vendar a los de corazón quebrantado, para anunciar la libertad a los cautivos, y la liberación a los encarcelados; para pregonar el año de la gracia de Yahvé, y el día de la venganza de nuestro Dios; para consolar a todos los afligidos, .y alegrar a los que lloran en Sión; para darles una diadema (corona) en lugar de cenizas, y un manto de gloria en lugar del espíritu de abatimiento; y serán llamados encinas de la justicia, plantadas por Yahvé para gloria suya”.[9]
El Jubileo es la proclamación de un año santo (de gracia del Señor) y anuncio de la venida del Mesías, revelador de la verdad a todos (humildes), salvador de contritos, libertador de cautivos, liberador de caídos, consuelo de afligidos, alegría de dominados (que lloran a Sión), a los que dará una “diadema” (corona) ¿de independencia? (soberanía) que los cubrirá de gloria (insuflará entusiasmo) y transformará en justos.
La sacralidad de la celebración y su continuidad en el cristianismo la testimonia San Lucas, quien revela que la tradición de festejar el Jubileo la asume el propio Jesús de Nazaret en el inicio mismo de su ministerio público, al proclamar el cumplimiento del jubileo (año de gracia del Señor): “Vino también (Jesús) a Nazaret, donde se había criado, y entró, como tenía costumbre el día de sábado, en la sinagoga, y se levantó a hacer la lectura. Le entregaron el libro del profeta Isaías,y al desenrrollarlo, halló el lugar en donde estaba escrito y dijo: “El Espíritu del Señor está sobre Mí, porque Él me ungió; Él me envió a dar la Buena Nueva a los pobres, a anunciar a los cautivos la liberación, y a los ciegos vista, a poner en libertad a los oprimidos, a publicar el año de gracia del Señor”. Enrolló el libro, lo devolvió al ministro, y se sentó; y cuantos había en la sinagoga, tenían los ojos fijos en Él. Entonces empezó a decirles: “Hoy esta Escritura se ha cumplido delante de vosotros”.[10]
Respecto de esta profecía, Monseñor Juan Straubinger -sacerdote católico nacido en Alemania en 1883, radicado desde 1938 en la ciudad de Jujuy, y fallecido en 1956- fundador de la Revista Bíblica y profesor de Sagradas Escrituras, Patrología y Griego en el Seminario Mayor de La Plata y además autor de 23 libros sobre temas de su especialidad entre los cuales se encuentra el citado en notas, afirmó lo siguiente:“El carácter mesiánico de esta profecía (de Isaías) es indiscutible, ya que Jesucristo la aplicó a sí mismo después de leer su primera parte. …. El año de la gracia (o de la Reconciliación) alude al Jubileo, en el cual los siervos hebreos recuperaban la libertad y se borraban las deudas… Es muy notable que Jesús no leyera la segundo parte del versículo 2, en que se anuncia el Día de la Venganza, o sea, del juicio, porque en su primera venida no vino a juzgar sino a salvar.”[11]
La continuidad sacramental de la celebración la instituye el mismo Jesucristo, quien se asume como Salvador, y proclama el Jubileo como Año Santo, de reconciliación, liberación y restauración de propiedad y dignidad.
A partir de allí el cristianismo, especialmente la iglesia católica continuó cultivando el carácter sagrado de la tradición del Jubileo o Año Santo, celebrándolos con carácter “ordinario” cada 50 o 25 años o bien “extraordinarios” en oportunidades excepcionales, como el actual Jubileo de la Misericordia.
Así la Iglesia Católica celebró 28 jubileos desde el primer “Año Santo” (1300) promulgado por el Papa Bonifacio VIII, hasta el actual “Jubileo de la Misericordia” (2.015-2016), decretado por Jorge Bergoglio, el Papa argentino, Francisco I.
Desde el año 1300 al corriente de 2016 los intervalos entre las celebraciones de los años santos variaron según las interpretaciones pontificias, las imposiciones de circunstancias imponderables, el carácter ordinario o extraordinario de los años santos y los conflictos políticos en Europa particularmente durante el siglo XIX.
Un ligero repaso de los papados y las celebraciones de los años santos nos muestra lo siguiente:
En 1350 Clemente VI celebró el 2° Año Santo a petición del pueblo romano, asolado por la peste y devastado por un terremoto y en 1390 Urbano VI celebró el 3er. Año Santo, reduciendo el intervalo a 33 años en homenaje a la edad de Jesucristo al morir en la cruz.
En 1423 Martín V cumplió el lapso de 33 años. En 1450 Nicolás V retornó al lapso de 50 años, celebrando un jubileo afectado gravemente por la epidemia de peste propagada por los peregrinos. En 1475 Pablo II retornó a la celebración cada 25 años pero el desbordamiento del río Tíber, obligó a que Sixto IV, lo retrasara hasta el año 1476.
En 1500 fue celebrado por Alejandro VI, en 1525 por Clemente VII, en 1550 lo decretó Pablo III y celebró Julio III y en 1575 fue celebrado por Gregorio XIII.
En 1600 Clemente VIII lo celebró envuelto por gran agitación religiosa, en 1.625 fue celebrado por Urbano VIII, en 1650 por Inocencio X y en 1.675 por Clemente X.
En 1700 lo decretó Inocencio XII y celebró Clemente XI, en 1.725 Benedicto XIII, en 1750 Benedicto XIV y en 1775 lo decretó Clemente XIV y celebró Pío VI.
En 1.800, no pudo celebrarse por el desorden político generado por la Revolución Francesa. En 1825, León XII decretó y celebró el correspondiente a 1825. En 1850 el desorden revolucionario de 1848 hizo imposible su celebración. En 1875, Pio IX lo celebró limitadamente por los revolucionarios italianos le impedían salir del Vaticano.
En 1900,lo celebró León XIII y en 1925, Pío XI. En 1933, Pío XI celebró jubileo extraordinario en conmemoración del XIX° Centenario de la Redención.
En 1950, Pío XII, y en 1975 Pablo VI celebraron el Año Santo.
En 1983, Juan Pablo II celebró un nuevo Jubileo de la Redención al cumplirse el 1950° aniversario de la misma.
En el 2000, Juan Pablo II celebró el Jubileo de la Cristiandad al cumplirse su II milenio.
Actualmente, Francisco I celebra el Jubileo extraordinario de la Misericordia.
El próximo jubileo, ha sido anunciado por Juan Pablo II para el Año 2025.
En resumen, 6.000 años de historia sagrada documentada cimentan el carácter religioso del festejo que las criaturas humanas celebran desde la prehistoria a partir que su memoria las hizo concientes de su ligamiento natural con el orden de la Creación.
4. RAZONES PATRIÓTICAS DE LA CELEBRACIÓN.
Cerré el tema del “El orden imperante en 1.812”, postergando responder cuestiones que aún suscitan los párrafos de la carta de Strangford a su ministro del Foreing Affaires; parece oportuno hacerlo ahora como abono de las razones patrióticas por las cuales merece celebrarse el bicentenario de la declaración de independencia del pueblo argentino.
Tal vez Passo haya exagerado su apreciación, pero… ¿Somos, los argentinos, insoportablemente “ignorantes” y “orgullosos” y, por eso “conducidos a diario a cometer cosas absurdas?
¿Ignorantes?: Hum…, nó. En 1810 asumieron el gobierno de la primera junta los criollos más cultos y experimentados, vecinos civiles y militares residentes en la Ciudad de Buenos Ayres licenciados y doctorados en las prestigiosas universidades de Chuquisaca, Córdoba y Salamanca. Y por lo tanto, líderes intelectuales de una argentinidad mestiza, amalgama castellana, quechua y guaraní.
¿Orgullosos? Y, sí. Los por entonces ya reconocidos en el mundo como “argentinos”, por dos veces habíamos expulsado a los invasores ingleses y por siete a los portugueses. Virtud por la cual esta ciudad, hoy capital federal, antes virreynal y otrora gubernamental de Buenos Aires, merecióla dignidad de “Muy noble y leal ciudad de la Santísima Trinidad en el puerto de Nuestra Señora de Buenos Aires” orlando las armas de su blasón que fue germen de nuestro escudo nacional; azul celestial en el campo superior, en cuyo centro regía la persona del Espíritu Santo en forma de paloma, y plata, (blanco) en el campo inferior de cuyas aguas asomaba la púa de un ancla enclavada en el lecho del río del mismo color. Tal como puede constatarse hoy observando el escudo de la sala capitular del cabildo de Buenos Aires. Y, muy orgullosos, de haber impedido, emancipándonos de España, la consecuente dominación del imperio napoleónico francés que la invadía.
¿Insoportables? Sí, republicanamente insoportables para todas las monarquías hegemónicas de entonces. La demagógica y cesárea bonapartista francesa que por entonces subyugaba todo el continente europeo y mediterráneo. La cautiva y declinante casa de Borbón franco-hispana. La expansiva casa portuguesa de Braganza, revitalizada en Brasil, Y, por sobre todas ellas, insoportables para la casa de Hannover en Gran Bretaña dominante de todos los mares del mundo (aunque escaldada en sus ambiciones sobre las incipientes “Uniones Americanas” del norte y del sur, por las tropas patriotas de George Washington y de Santiago de Liniers).
¿Absurdos? Definitivamente nó. Pero inevitablemente incomprensibles para la lógica del despotismo ilustrado que promovía cierta libertad de comercio (con la finalidad de vendernos ventajosamente sus manufacturas y comprarnos a precio vil nuestras materias primas) pero nunca nuestra independencia.
Les resultaba ininteligible la perfección de nuestra divisa “En Unión y Libertad” orlando la figura soberana de un sol pleno de rasgos aymaráes grabados en la primer moneda argentina acuñada en Potosí en 1812.
Aunque lo verdaderamente insoportable y absurdo les era nuestra voluntad de independencia, que posteriormente, el 9 de julio de 1816, declararan los representantes de los pueblos de América del Sur en el Congreso General convocado en la Ciudad de Tucumán: “… romper los violentos vínculos que (nos) ligaban a los reyes de España, recuperar los derechos de que fueron despojados, e investirse de alto carácter de una nación libre e independiente…”
No podían imaginar nuestra voluntad y determinación de constituir una república representativa (“nos los representantes del pueblo”, federal (por voluntad y elección de las provincias ) y soberana (para la Nación Argentina).
Es que la hoy bicentenaria marcha de emancipación, independencia, organización y desarrollo que iniciáramos en 1806 y 1807 en el Río de la Plata (Montevideo y Buenos Aires), gritáramos infructuosamente en 1809 en el Alto Perú (Chuquisaca y La Paz), reafirmáramos en 1810 en Buenos Aires y proclamáramos definitivamente en Tucumán en 1816, fructificó en el patrimonio común actual.
Un activo heredado, físico e intangible, de propiedad indiscutiblemente nuestra. La Patria Argentina.
Una esperanza en que la preservemos y engrandezcamos.
Un compromiso ante quienes nos antecedieron, la Nación actual, la Historia y el futuro humano.
¿Cómo cumplirlo olvidando sus raíces, desconociendo la realidad e ignorando su sentido en lo universal?
5. JUBILEO: FIESTA BODA DE ORO Y RENOVACIÓN.
Semánticamente, toda celebración consiste en la rememoración y alabanza, solemne y sagrada, de un hecho trascendente, religioso o profano, mediante la realización de homenajes y festejos públicos que exterioricen la gratitud y regocijo del pueblo participante, el cual como sujeto y objeto celebrativo, es en verdad “concelebrante”.
Pero, la particularidad de la celebración de todo jubileo(o boda de oro) y de sus reiteraciones (centenarios, bicentenarios o milenios) es que además de la alabanza, rememoración y festejo de la fidelidad a la alianza sagrada y patriótica en la que los consortes han sido capaces de vivir durante el cincuentenario pasado, comprende otras dos acciones.
La primera, el reconocimiento y evaluación histórica (memoria y balance) del fruto generacional cosechado.“Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con disfraces de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos? Así, todo árbol bueno da frutos buenos, pero el árbol malo da frutos malos. Un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo producir frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y arrojado al fuego. Así que por sus frutos los reconoceréis[12].
La segunda, la renovación del voto de fidelidad a la alianza sagrada y patriótica, con todo lo que implica, hasta la finitud de la vida.
En consecuencia lo trascendente de la celebración será obrado en el futuro. Compromiso de perseverancia particularmente arduo de cumplir dado el progresivo incremento de la expectativa de vida humana.
Por dichas circunstancias, la celebración del actual bicentenario de la declaración de la independencia nacional argentina, nos plantea mayores y más difíciles desafíos a quienes pertenecemos a las generaciones de mayor edad.
- La participación pública, en la rememoración y alabanza sagrada y patriótica de la epopeya independentista argentina y el consiguiente regocijo de concelebrarlo.
- También el balance generacional y su evaluación reflexiva en el pasado histórico.
- Por último lo principal: el compromiso de trascender esta vida, manteniéndonos fieles a dicha alianza sagrada y patriótica.
Lo gratificante del esfuerzo es su recompensa: nos permitirá honrar y dar sentido a nuestra existencia, hasta el último aliento!
6. REPENSAR LA PATRIA.
Con dicha consigna la Fundación Instituto del Bicentenario que represento, propone como objeto social común el siguiente:
“Propiciar la celebración del Bicentenario Argentino, repensando el ideario emancipador, en el contexto mundial actual y proyectado al futuro.
Valiéndonos del entusiasmo insuflado por las consignas: Unidad del género humano y Convergencia de las naciones, propuestas por el Jubileo de la Cristiandad del año 2000,y la emoción social a suscitar por el reverdecer patriótico que el nuevo jubileo de vida independiente hará brotaren el pueblo argentino y en los países de América.
Todo con la finalidad de renovarla Unión Nacional del Gran Pueblo Argentino que canta nuestro Himno Nacional, y con las naciones de América y del mundo”.[13]
Dicho objeto promueve los siguientes propósitos específicos:
“Celebrar (alabar y rememorar) la independencia y los sucesos relevantes de la história argentina para reanimar la conciencia nacional, preservar el patrimonio cultural y promover los valores de la argentinidad.”
“Reflexionar (balance y memoria generacional) nuestra realidad actual, en el espejo del pasado histórico (de unidad inicial, fragmentación y reunificación) para renovar raigambres y religarlas con un sentido común superador de la constante histórica de intolerancia que dañó la concordia, impide la reconciliación y frustra el futuro del esfuerzo de la comunidad nacional.”
“Contribuir a la mancomunidad nacional y regional y a su convergencia americana e internacional.”
“Propagar el amor a la patria, la conciencia nacional, la dignidad de las personas, sus comunidades y pueblos, los valores universales y la unidad del género humano.”
Todo lo cual con la siguiente consigna:
“Celebrar el bicentenario, repensando la Patria”
Con dicho objeto, propósitos y consigna el Instituto del Bicentenario invita a concelebrar, solemne y patrióticamente el Bicentenario y IV Jubileo de la declaración de independencia argentina.
7. REMEMORAR YCELEBRAR LA ARGENTINIDAD.
La Argentinidad, como identidad cultural, tiene al sol como símbolo central porque como figura significativa representa la voluntad libre y autónoma de su “gran pueblo”, heredada, gestada y vivenciada en los suelos de la cuenca platense desde el mismo momento en que los adelantados iniciaron su cultura desde el Perú, Cuyo y el Río de la Plata.
Voluntad liberal y autonomista que fue forjando un afán de soberanía a partir que el 7 de agosto de 1680 el gobernador de Buenos Ayres, Marcos José de Garro, movilizó 480 argentinos provenientes de la milicias locales del Perú, Paraguay, Tucumán, Corrientes y Santa Fé, más 3.000 aborígenes de las misiones jesuíticas (de los cuales 1.500 eran a caballo) con los cuales recuperó, encarnizadamente, la Colonia del Sacramento usurpada por tropas del imperio portugués.
“Don Marcos José de Garro Senei de Artola, nació en 1.623enMondragón, Guipúzcoa, (España) y falleció en 1.702 en San Sebastián, Guipúzcoa. Fue un militarespañol, maestre de campo de tercio, en las campañas de Cataluña y Portugal. En el Virreynato del Río de la Plata fue gobernador de Tucumán (1674–1678), gobernador de Buenos Aires (1678–1682) y gobernador de Chile (1682–1692). Vuelto a España fue comandante militar de la plaza de Gibraltar hasta 1701 y gobernador, capitán general, de las Vascongadas[14].
Afán de soberanía que fue templándose en nacional durante la larga brega de los gobernadores de Buenos Aires contra las invasiones del Imperio de Portugal y Gran Bretaña a la Banda Oriental del Río de la Plata.
En 1.705, el capitán Juan de Lacoizqueta al mando del tercio de santafesinos, con sus propios recursos, sitió y tomó Colonia de Sacramento. El 22 de noviembre de 1.723 el maestre de campo portugués don Manuel de Freitas da Fonseca fundó el Forte de Montevidéu. En 1.724 los portugueses fueron expulsados y en 1.726 el gobernador de Buenos Aires, Bruno Mauricio de Zabala, construyó y fortificó Montevideo para controlar el contrabando.En 1.750 el tratado de Madrid asignó a España la Colonia del Sacramento a cambio a de las reducciones jesuíticas de “Los 7 pueblos” de las Misiones Orientales , en el actual Río Grande del Sur, que fueron entregadas a Portugal. En 1.762 la Guerra de los Siete Años interrumpió las tratativas y Don Pedro de Cevallos ocupó nuevamente Colonia de Sacramento. En 1.763 el Tratado de París retornó Colonia a Portugal. En 1.777, creado el Virreynato del Río de la Plata, una Segunda expedición de Cevallos (con 80 buques y 9.000 hombres) ocupó definitivamente Colonia del Sacramento. El tratado de San Ildefonso, fijó la frontera en el río Negro. Cevallos fundó con portugueses de las Islas Azores la ciudad de San Carlos en Maldonado.[15]
Voluntad de ser Nación que maduró en 1.806 y 1.807, durante la reconquista y defensa de Buenos Aires y expulsión de la flota inglesa de la banda oriental del Río de La Plata.
Voluntad nacional que se soñó independiente en 1.809 en la revolución del 25 de mayo de Chuquisaca y La Paz.
Sueño que, aunque enmascarado, se hizo realidad el 25 de mayo de 1.810.
Voluntad que procuró expresarse, formal y públicamente, en 1.813.
Independencia nacional que fue manifestada y jurada pública y jurídicamente en la sesión del 9 de julio del Congreso General inaugurado el 24 de marzo de 1.816,cuyo bicentenario celebramos.
Independencia nacional afianzada y expandida a Chile y Perú por la epopeya libertadora del Grl. San Martín y el Ejército de los Andes desde 1.817 a 1.824.
Por eso el símbolo originario de la nacionalidad argentina está dado por el cuño de la primera moneda patria, con la figura del sol pleno (soberano) con treinta y dos rayos (radiantes y flamígeros) y rasgos faciales cuzqueños ,orlado con la inscripción “En unión y libertad”.
Moneda acuñada en 1813
Porque los líderes de mayo -varios de ellos graduados en la Universidad real y Pontificia de San Francisco Xavier de Chuquisaca- compartían las las ansias independentistas de los pueblos indianos; fueran incas como el cacique Don José Gabriel Condorcanqui Noguera, marqués de Oropesa, (Tupac Amarú II), criollos como el Comandante Don Manuel Asencio Padilla, alcalde de Matamoros y jefe militar de la “república” de La Laguna (coronel PM del Ejército del Norte) o mestizos como su esposa Doña Juana Azurduy Bermudez (teniente coronel del Ejército del Norte).
Prueba de ello son las siguientes estrofas del Himno Nacional original que dice:
“La grandeza se anida en sus pechos,
a su marcha todo hacen temblar,
se conmueven, del inca, las tumbas,
y en sus huesos revive el ardor,
lo que ve renovado en sus hijos
de la Patria, el antiguo explendor”.
Y tenían plena conciencia de su significado católico como símbolo sagrado. Motivo nacional unificador para que 1818 fuera incorporado a la bandera nacional por moción del Diputado por Buenos Aires al Congreso de Tucumán, R.P. Dr. Luis Chorroarín.[16]
En la iconografía cristianael sol representa al Verbo, Segunda Persona de la Santísima Trinidad, “Más para vosotros que temeísmi nombre, se levantará el sol de justicia que en sus alas traerá la salvación”[17].
Así encontramos lafigura del sol en todos los guantes episcopales y en antiquísimas pinturas de la Virgen de la Esperanza del siglo XVI que muestra el sol de 32 rayos (16 radiantes y 16 flamígeros) sobre su seno, en representación de Jesucristo.
O bien en la imagen de la Virgen de la Esperanza venerada en el Santuario carmelita de Onda,Castellón, Valencia, en la que se ve el sol de 32 rayos y los los colores de la Bandera Nacional Argentina.
También el sol de treinta y dos rayos, radiante y flamígero, es emblema de la orden de la Compañía de Jesús; cargado con las letras, en rojo, IHS, monograma de Cristo. La letra H está coronada con una cruz en punta; y puesta sobre tres clavos negras.
Y el escudo pontificio del actual Papa Francisco también lleva la figura del sol de treinta dos rayos radiantes y flamígeros.“El escudo azul está rematado por los símbolos de la dignidad pontificia, iguales a los deseados por su predecesor Benedicto XVI (mitra colocada entre llaves cruzadas de oro y plata, unidas por un cordón rojo). En la parte superior el emblema de la orden de procedencia del Papa, la Compañía de Jesús; un sol radiante y flamígero, cargado con las letras, en rojo, IHS, monograma de Cristo. La letra H está coronada con una cruz en punta; y puesta sobre tres clavos negras.”
“Debajo se encuentran una estrella y una flor de nardo. La estrella, según la antigua tradición heráldica, representa a la Virgen María, madre de Cristo y madre de la Iglesia; mientras que la flor de nardo simboliza a San José, patrono de la Iglesia universal. En la tradición iconográfica hispánica, en efecto, se representa a San José con un ramo de nardo en la mano. Poniendo en su escudo tales imágenes, el Santo Padre ha querido manifestar su particular devoción hacia la Virgen Santísima y hacia San José.”
“El lema del Santo Padre Francisco ha sido tomado de la homilía de San Beda el Venerable (Om. 21; CCL 122, 149-151), sacerdote que, comentando el episodio evangélico de la vocación de San Mateo, escribe:”Vidit ergo Iesus publicanum et quia miserando atque eligendo vidit, ait illi Sequere me – Vió Jesús un publicano, lo miró con piedad, lo eligió y le dijo: Sígueme”.
“Esta homilía es un homenaje a la misericordia divina, y está reproducida en la Liturgia de las Horas, en la fiesta de San Mateo. Tiene un significado especial en la vida y en el itinerario espiritual del Papa. En efecto, en la fiesta de San Mateo de 1953, el joven Jorge Mario Bergoglio experimento, a la edad de 17 años, de un modo muy particular, la presencia amorosa de Dios en su vida. A raíz de una confesión, sintió que su corazón era tocado y advirtió el descenso de la misericordia de Dios, que con una mirada de tierno amor lo llamaba a la vida religiosa, siguiendo el ejemplo de San Ignacio de Loyola”.
“Una vez elegido Obispo, S.E. Mons. Bergoglio, en memoria del acontecimiento que marcó el inicio de su consagración total a Dios en su Iglesia, decidió elegir como su lema y forma de vida la expresión de san Beda: “miserando atque eligendo” que ha querido mantener también en su escudo pontificio.”[18]
Todo este simbolismo, seguramente inspiró al Libertador Grl. San Martín para instituir la Orden del Sol del Perú, para distinción de “los guerreros valerosos, los funcionarios probos y los ciudadanos honestos”.
Orden del Sol heredada por los alumnos cadetes de los actuales liceos militares del Ejército Argentino.
Claro indicio de la percepción del Libertador sobre el ánimo revolucionario y anhelo independentista del pueblo peruano y altoperuano que ya se había manifestado violentamente en la revolución indígena de 1.780, liderada por José Gabriel Condorcanqui Noguera, Marqués de Oropesa, y en las posteriores de 1.809 en Chuquisaca y La Paz.
Su prosa “Lucho porque no quiero que nos roben más las mieles de nuestros panales”, reclama una profundización de la investigación histórica sobre las consecuencias de las disposiciones tributarias y reordenamiento administrativo impuesto en hispanoamérica durante el siglo XVIII por la casa de Borbón.
Desde 1818, todos los esfuerzos por la Defensa Común y la Soberanía Nacional fueron iluminados por ese sol potosino bordado en las banderas nuestras fuerzas armadas.
La identidadresultante de este proceso histórico constructor de la soberanía nacional argentina, simbolizado por el sol de Potosí, funda también los valores de la conciencia ética argentina.
8. REMEMORAR Y CELEBRAR EL GRAN PUEBLO ARGENTINO.
La conciencia y sentido común del gran pueblo argentino, tal vez inspirada por la Cruz del Sur, se fue conformando sobre el suelo del paisaje de la cuenca del Río de la Plata durante los 500 años deencuentro entre los pueblos aborígenes de América del Sur, de la “Cultura del Sol”, con los pueblos de la “Cultura del Libro” sembrada por los inmigrantes hispanos, lusitanos y mediterráneos (de Europa, Asia y África) a partir de Cristóbal Colón.
Aunque con alguna amplitud, incluyo como pueblos pertenecientes a la “Cultura del Sol” a los siguientes: Omaguacas. Apatamas. Cacanos, Diaguitas y Calchaquies. Capayanes. Huarpes. Comechingones. Sanavirones. Lules y Vilelas. Wichis o Matacos. Guaycurúes, Abipones, Mocovíes, Mbayas, Payaguas, Tobas y Pilagas. Guaraníes, Chiriguanos y Carapachenos. Caingag o Cainaroes. Timbúes,Chanás, Mepenes, Corondas, Carcaraes, Calcines y Mocoretás, litoraleños. Querandíes. Pampas o Het o Huet. Guenakuen o Guinecas. Chonik o Chonecas. Onas. Y finalmente, Yamanas o Yaganes.[19]
En ese nuevo mundo descubierto por Colón, el paradigma cultural establecido por los reyes Isabel y Fernando, fue católico y castellano, por lo cual sus nativos fueron considerados personas humanas libres con igual dignidad que sus súbditos en el viejo continente.
Dicho modelo, católico y castellano–respetuoso de la dignidad de la persona humana- que fue cultivado durante toda la reconquista y unificación de España, forjó una sólida relación entre la población de las comunas y la corona real que los preservaba de la desmesura feudal.
Pero a partir de la coronación de Carlos V, emperador romano-germánico, en 1517, como Carlos I rey de España, dicho paradigma “católico-castellano”, en América, fue trastocando en “europeo-imperial” a consecuencia de las imposiciones tributarias para el sostenimiento del esfuerzo de guerra de la Casa de Austria contra las rebeliones de los príncipes protestantes y jeques musulmanes, turcos o norafricanos, y posteriormente, con los del imperio habsburgo.
Imposiciones de los reyes austríacos-españoles, Carlos I (V de Alemania), Felipe II (I de Portugal), Felipe III (II de Portugal), Felipe IV (III de Portugal) y Carlos II, durante los siglos XVI y XVII. Y de la casa de Borbón durante el siglo XVIII, que transformaron la colonización y evangelización en conquista y explotación de los imperios prexistentes Aztecas e Inca, desde el Yucatán hasta la Puna.
Sin embargo la corriente colonizadora de la cuenca argentina, como ya nos denominaban en aquella época, mantuvo el modelo católico-castellano. Y fue así porque los adelantados al Río de la Plata tuvieron explícitamente encomendado el poblamiento y no la conquista. Así dicha misión pudo ser cumplida de manera relativamente pacífica porque esos pueblos aborígenes que habitaban la cuenca del Río de la Plata carecían del grado de organización socio política de los pueblos andinos. Por otra parte las penurias por escasez de recursos naturales impuso a los colonizadores españoles una mayor práctica del trato y la negociación con los nativos, al estilo que caracterizó la relación entre la nobleza y el común durante la reconquista española.
Pero, fue la acción evangelizadora y civilizadora de las órdenes religiosas, particularmente la Jesuita en la cuenca del río Paraná y por sobre todo la Mercedaria, que desde las mismas fundaciones de gobernaciones en el noroeste tucumanés, en el oeste cuyano o la pampa bonaerense, la que nos insufló el ideal de la libertad y la misericordia.
Es un deber de justicia recordar y hacer conocer el ejemplo dado por todos los frailes del convento de San Ramón Nonato de la Ciudad de Buenos Airesal firmar el acta del Cabildo el 25 de mayo de 1810.
Sin soslayar que, cuando España perdió el dominio de los mares, los defensores de estas tierras americanas fueron en su mayoría criollos o mestizos que, codo a codo preservaron el suelo argentino de las incursiones de los nuevos imperios, portugués, holandes, inglés o francés, fueren expediciones militares, corsarios, piratas, esclavistas o bandeirantes.
El escudo de la ciudad de la Santísima Trinidad y Puerto de Nuestra Señora del Buen Aire, del cual ya hice referencia es una prueba de ello.
El gran Pueblo Argentino que canta nuestro Himno Nacional es el heredero histórico de los pueblos del Virreinato del Río de La Plata; las Intendencias de La Paz, de Moxos, de Chiquitos, de Charcas, de Cochabamba, de Salta, de Tucumán, del Paraguay, de los Pueblos de las Misiones Guaraníes, de la Capitanía General de Chile, de Córdoba, de la Banda Oriental, de Buenos Aires, y de las tribus indígenas indomables de la Patagonia bajo la ley de Buenos Aires.
Es el pueblo que confirió autoridad a la Junta Provisional Gubernativa de las Provincias del Río de la Plata en 1810.
Es el pueblo representado por los cabildos que reconocieron la Primera Junta en 1810; en Luján, Maldonado, Colonia del Sacramento, Concepción del Uruguay, Santo Domingo Soriano, Santa Fe, Fortaleza de Santa Teresa, San Luis, Corrientes, Salta, Gualeguay, Gualeguaychú, Catamarca, Mendoza, Tarija, San Miguel de Tucumán, Santiago del Estero, Yapeyú, Candelaria, San Juan, San José de Jáchal, San Agustín de Valle Fértil, Río Cuarto, La Rioja, San Salvador de Jujuy, Cochabamba, Santa Cruz de la Sierra, Potosí, Chuquisaca, La Paz y Oruro.
Es el pueblo representado por los diputados integrantes de la Junta Grande durante 1811, designados por las Provincias Unidas del Río de la Plata: Corrientes,José Simón García de Cossio. Santa Fe, Juan Francisco Tarragona. Tucumán, Manuel Felipe Molina. Córdoba, Gregorio Funes. Tarija, José Julián Pérez. Salta, Francisco de Gurruchaga. Jujuy, Juan Ignacio Gorriti. Catamarca, José Antonio Olmos de Aguilera. Mendoza, Manuel Ignacio Molina y Bernardo Ortiz. Santiago del Estero, Juan José Lami y Pedro Francisco de Uriarte. Catamarca, Ignacio de Acuña. San Luis, [Marcelino Poble,
San Juan José Ignacio Fernández Maradona. La Rioja, Francisco Ortiz de Ocampo. Cochabamba y Chuquisaca, por ambas José Francisco Javier de Orihuela; Santa Cruz de la Sierra, José Manuel Seoane; Potosí, Salvador Matos y La Paz, Ramón Mariaca (los cuatro impugnados por Castelli).Y Buenos Aires, Moreno, Larrea, Ascuénaga, Vieytes, Rodríguez Peña, Chiclana(que renunció al asumir), Juan Alagón (reemplazante de Larrea), Atanasio Gutiérrez (reemplazante de Azcuénaga) y Joaquín Campana (reemplazante de Vieytes).
Es el pueblo de las Provincias “libres” y “unidas” del Río dela Plata cuyos diputados representaban su soberanía en la Asamblea General del año XIII.
Es el de los “Pueblos Libres” cuyos diputadosfueron convocados por Gervasio Artigas al Congreso de 1815 para declarar la independencia y resolver la participación en el Congreso General de las Provincias Unidas. Por Corrientes, Juan Francisco Cabral y Ángel Mariano Vedoya. El propio Artigas por San Roque. Serapio Rodríguez por el pueblo de Riachuelo. Sebastián Almirón por [,Santa Rita de la Esquina. Por Santa Fe, Pedro Aldao y Pascual Diez de Andino. Por Córdoba, José Antonio Cabrera. Por la provincia Oriental: Minas, Francisco José Rodríguez. Rocha, Manuel Techera. San Salvador, Leonardo Fernández. PorSanto, Domingo Soriano. José Vicente Gallegos por los pueblos del interior. Pedro Bauzá, por San Carlos. Por Maldonado, Francisco Dionisio Martínez. Por las Misiones, representantes de Yapeyú y de los cabildos indígenas de Concepción de la Sierra, Santa María la Mayor, San Javier, Santos Mártires, San José, San Carlos y Apóstoles. Juan Bautista Fernández por el cabildo del pueblo indígena de Itatí. Y, por Montevideo, Dámaso Larrañaga, Lucas Obes y Prudencio Murguiondo aunque se excusaron por no asistir. Sin soslayar a los correntinos José Simón García de Cossio y Francisco de Paula Araujo que, aunque no fueron designados se encontraban presentes en el campamento de Artigas.
Es el de de los pueblos que formaron el Congreso General de las Provincias Unidas en América del Sur de 1816 con el grande, augusto y sagrado objeto de su independencia.
El de las provincias autónomas preexistentes (Santa Fe, Buenos Aires, Entre Ríos, Corrientes, Tucumán, Salta, Jujuy, Santiago del Estero, Catamarca, Córdoba, La Rioja, San Juan, San Luis y Mendoza).
Es el Pueblo de la Confederación Argentina (según la Constitución Nacional de 1853/60, recipiente de…“todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino”.
El heredero de la cultura de todas las nacionalidades de origen de los inmigrantes que habitan La Argentina.
El que en La Argentina del siglo XX amalgamó el carácter mestizo de su población. Y que la política “Gobernar es poblar” reforzó en su componente mediterráneo que ya desde el siglo XVI había introducido España en nuestro país. Componente de por sí mediterráneo más que europeo ya que España fue ocupada durante ocho siglos por los árabes que dejaron lo mejor de su cultura, ciencia y tecnología.
El que asimiló las olas inmigratorias de españoles e italianos como también de sirio libaneses y judíos, israelitas o shefaradíes, de fines de 1800 y de la primera mitad de 1900, los cuales acentuaron el carácter mediterráneo del componente hispano precedente.
Y que con el advenimiento de las inmigraciones internas desde las serranías y el Chaco hacia los centros urbanos industrializados profundizó el mestizamiento entre aymaráes, guaraníes y mediterráneos.
Es el que, aunque en menor proporción, también mezturó los inmigrantes de Europa Central; lo que hoy hace común ver argentinos de facciones indianas con cabello rubio y ojos claros.
Esta amalgama, todavía en fusión, es genética y neméticamente muy potente porque conforma un arquetipo argentino heredero de la simiente de los ejemplares más atrevidos de cada etnia, que otrora fueron capaces de buscar mejores condiciones de vida en tierras remotas muy lejanas a las de sus ancestros.
Es deber patriótico continuar con una educación sistemática que afiance nuestra conciencia nacional como otrora hiciera la escuela sarmientina, todavía vigente.
En consecuencia el análisis demográfico necesario para comprender cualquier contexto estratégico de La Argentina actual o futuro debe distinguir y entender los diferentes ámbitos y suelos de interés vivencial con su economía, nacionalidades y culturas, dado que aún se mantienen inalterados los valores y lealtades a sus propias tradiciones e intereses raigales. Ello, en sí mismo, no es una debilidad sino una fuente viva de oportunidades para la innovación del pensamiento estratégico y la creatividad práctica en su aplicación.
Por todo lo expresado, la identidad e idiosincracia del Gran Pueblo Argentino, resulta de este proceso histórico, pluricultural y multicultural, intergeneracional, todavía providencial me el paradigma castellano católico, superador de etnias y nacionalidades, simbolizado por la Cruz del Sur que irradia la conciencia ética que caracteriza su encuentro cultural.
Por eso la Cruz del Sur es clave de identidad sudamericana y también símbolo de conjunción humana.
9. REMEMORAR Y CELEBRAR LA TERRITORIALIDAD ARGENTINA.
Además de la identidad cultural y amalgama poblacional, la celebración del bicentenario de la declaración de la independencia argentina merece incluir la rememoración y celebración de su territorialidad.
La vivencia del suelo, ya que no hay cultura sin suelo donde sembrarla y cosecharla. Conciendia territorial que requiere la percepción sensible (emocional),racional (ambiental) y posicional (geográfica) del territorio; local, subregional, regional y planetario que habitamos.
Que también requiere su conocimiento, terrestre, marítimo y espacial, incluido el antártico; como también el subcontinental y el americano.
Y un suficiente entendimiento de los influjos, condicionamientos e imperativos geografícos, planetarios y celestiales. Para comprender mejor el concepto formulo un par de preguntas: ¿Qué lugar del planeta recibe la menor irradiación geo-magnética? O bien… ¿Cuánto es el potencial alimenticio, mineralífero y energético mareo-motriz del litoral patagónico?
Y la comprensión de las razones, no sólo geo-físicas, sino también cultural, ecológica, histórica, social, política y patrióticas que permiten comprender el proceso de conformación del territorio nacional argentino.
Cuanto menos el conocimiento de sus principales sucesos y procesos. Por ejemplo: Tratado de Alcácovas (1.479). Descubrimiento y ocupación de América como realengo de Castilla (“Reinos castellanos de Indias”). Concepción geopolítica del Tratado de Tordesillas (1.494). Asentamiento de capitanías reales de Portugal en sudamérica (1.532/35). Derrota de la “Armada invencible” española (1.588). Asentamiento británico en Jamestown, Virginia (1.607).Conquistas neerlandesas en sudamérica (1.624/41). Dominio francés del “Nueva Francia” (Quebec, Canada, 1.663).Guerra de sucesión española (1.701). Tratado de Utrech (1.713). Diferentes modelos de organización territorial de Austrias y Borbones en América (1.739). Guerra de los Siete Años (1.756/1.763). Expulsión de los jesuitas (1.767). Guerra de Independencia de Estados Unidos (1.775 y 1.783). Creación del Virreynato del Río de La Plata (1.776). Protesta criolla y revolución indígena en Perú (1.780). Revolución Francesa (1.789/1799). Invasiones inglesas al Río de la Plata (1.806/07). Imperio napoleónico (1.804/1814). Guerra anglo-estadounidense (1.812/15). Restauración monárquica europea (1.815/1.848). Imperio alemán (1.871/1.918). Deformada visión Mercator con meridiano en Grenwich (1884). Por citar algunos de aquellos germinales o inflexivos principales.
Sin olvidar que en nuestro continente todavía perviven culturas precolombinas tanto o más antiguas que la egipcia o china cuyo grado civilizatorio fue mayor en las regiones andinas.
Para así poder entender por qué y cómo se produjo el dominio y desarrollo del territorio nacional y su infraestructura.
Y mantener memoria viva de la marcha heroica de nuestra epopeya patriótica sobre mismo
10. BALANCE GENERACIONAL
El 24 de marzo de 1816, fue la sesión inaugural del Congreso de Tucumán de 1816 del cual los argentinos celebramos su bicentenario.
Las circunstancias afrontadas por aquellos representantes de los pueblos de las Provincias Unidas eran gravísimas; tanto en lo externo como en lo interior. Sin embargo fueron capaces de declarar nuestra independencia dotando de razón y sentido a nuestra gran epopeya de los Andes.
En 1.866, cincuenta años después, la Nación se había emancipado, liberado Chile y Perú, y dado Constitución.
En 1916, en su centenario, ya había organizado el Estado Nacional, ejercía soberanía sobre casi todo su actual territorio y había logrado situarse como la 8va potencia mundial; crisol de razas y tierra de promisión para toda la humanidad.
Paradojalmente y pese a la efusión de entusiasmo argentino evidenciado durante 1950, “Año del Libertador” Grl. San Martín, pocos tiempo después, en el sesquicentenario de la declaración de la independencia celebrado en 1966,se abrió un período infructuoso y controvertido cuyas secuelas aún nos limitan, confunden, enceguecen y abruman.
Hoy, 50 años después, en las vísperas del bicentenario, los argentinos afrontamos una situación de crisis casi tan grave como la que envolvía a los congresistas del Congreso General de Tucumán en 1816.
No es el propósito de este escrito explicarlo sino tan solo “propiciar la celebración” de su inminente bicentenario. Pero ello solo me parece posible a partir de una memoria honesta y balance veraz, generacional, que nos permita percibir la realidad con sensatez y afecto, y comprender la necesidad de una reconciliación y unión misericordiosa que permita lograr una visión del futuro y la recreación de “proyecto sugestivo común”, nacional, de integración regional y continental y sentido trascendente en lo Universal.
El resultado de dicha memoria resume duramente lo siguiente:
“… el mal de la Nación se debe en gran parte a sectarismos y a demagogias que no datan de hoy, sino que renacen siempre; y que nos han desgarrado hasta la violencia”. [20]
“Hace 20 años (1981), decíamos… las causas de todos estos males eran de orden moral. Hoy (2000) nuestra visión es idéntica. La corrupción instalada en casi todos todos los ámbitos de nuestra vida, tiene protagonistas resistentes al cambio y que impiden la purificación necesaria de las instituciones. El pueblo tiene la sensación que la corrupción y la impunidad permanecen con gente aferrada a sus cargos y se lamenta por la impotencia para cambiar esta realidad”.[21]
“Hace ya 10 años (1991)…”. “…era visible la corrupción generalizada que nos estaba destruyendo como personas y como sociedad; la falta de independencia y majestad de la justicia; la inoperancia de las leyes; y la pobreza y marginalidad crecientes”.
“Hoy la Patria requiere algo inédito,… porque inédita es la crisis…”. “Crisis inédita, porque no es solo coyuntural, sino histórica, que supone un largo proceso de deterioro en nuestra moral social…”. “(Crisis)… que se debe…a que los argentinos no hemos elaborado… la crítica a… (una) doble ideología: endiosamiento o envilecimiento del Estado. Nos cuesta entender que ninguna de las dos (ideologías) respeta a la persona humana. Una la despersonaliza la otra la vuelve indefensa”.[22]
“Esta dramática crisis es ante todo moral”.- “Debemos afrontar una dolorosa verdad, nuestra Patria está empobrecida…, endeudada por generaciones…, careciendo de un proyecto de país que nos integre y comprometa…, hemos perdido la credibilidad ante el mundo”.[23]
“Que la patria está gravemente enferma por una larga afección moral….es innegable. Pero es cierto también que el momento de gran humillación de un pueblo, puede convertirse en el comienzo de su resurgimiento…”. “Los argentinos nos equivocaríamos si considerásemos este momento crítico como uno más y no (aplicáramos) los remedios morales e institucional es necesarios…”. “La crisis terminal que vivimos indica una claudicación grave en la moral social…”. [24]
En síntesis, los frutos de los últimos 50 años nos muestran que:
- La crisis argentina es terminal.
- No es coyuntural sino histórica.
- Largo… deterioro y claudicación grave en nuestra moral social.
- De corrupción generalizada.
- De inoperancia de las leyes.
- De falta de independencia y majestad de la justicia.
- Que deja al pueblo en la pobreza y marginalidad creciente.
- Desacreditado internacionalmente.
- Humillado y endeudado por generaciones.
- Y, carente de proyecto de país.
- En gran parte debido a sectarismos, ideologismo y demagogias.
- Las causas de todos los males son de orden moral.
11. EVALUACIÓN HISTÓRICA.
Conocidos los resultados del balance intergeneracional de los últimos cincuenta años corresponde evaluarlo históricamente. Para ello la propuesta es reflejar la realidad contemporánea argentina en el espejo del pasado histórico, nacional, regional y mundial. El propósito del ejercicio es elevar la percepción del presente para poder ampliar la visión del futuro, ya que en ese futuro está el sentido trascendente de la celebración.
A tal fin, resulta práctico reconocer los períodos de transferencia dirigencial intergeneracional ( Jubileo – Balance- Relevo); porque en coherencia con la tradición jubilar de fidelidad espiritual-patriótica y su reafirmación hacia el futuro, el caso argentino evidencia cierta coincidencia con los principales hitos y etapas de nuestra continuidad histórica.
- 1.776 Creación del Virreinato del Río de La Plata.
- 1816 Declaración de la Independencia Nacional.
- 1866 Constitución y Organización Nacional.
- 1916 Soberanía Nacional (Estado y territorio).
- 1966 Defensa Nacional (del Estado y del Territorio).
Obviamente y máxime en la Argentina, nacida en el orden ibérico (castellano-lusitano)del 1500 que la sabiduría pontificia armonizó mediante el Tratado de Tordesillas, intentar una “reflexión histórica” virtuosa, hace ineludible reconocer y entender los tiempos, espacios e intereses que fue configurando dicho orden mundial.
En lo temporal la reflexión debe distinguir las siguientes etapas:
- De romanización, cristianización y unificación hispánica.
- De evangelización y colonización católico-castellano-indiana.
- Imperial española.
- Hegemonica lusitana y holandesa.
- Imperial británica.
- De predominio francés y alemán.
- De predominio bipolar entre EEUU y la URSS.
En el año 2013, con dichas perspectivas, tuve la honra de participar en la clausura del Programa académico del año 2013 disertando sobre el tema “La Argentina, su historia y futuro”. Recuerdo que el objeto académico de la charla fue: “Reflexionar (en su historia) el “sentido común” argentino, para comprenderlo (en la interioridad de nuestras entidades) a fin de mejorar su aplicación en las políticas de estado o de las instituciones de pertenencia. Ello implica una metodología apropiada. Por ejemplo:
- Conocer nuestras organizaciones, revisarlas, perfeccionarlas y aunarlas en una intención común.
- Detectar y superar los vicios y debilidades de nuestro “Sentido Práctico Común”.
- Percibir la situación -social, nacional, regional, continental, internacional y global- con el mayor virtuosismo, cardinal y ordinal, posible.
- Imaginar el futuro, sus escenarios, desafíos y contingencias.
- Concebir e implementar estrategias de acción común intergeneracionales.
Esta metodología, sistémica e intergeneracional, requiere comprender que los connacionales y extranjeros con voluntad de celebrar el inminente bicentenario, como así también el resto de la totalidad de los habitantes del suelo argentino, formamos parte de 100 generaciones nacidas a partir de 1916; sobre cuyas franjas etarias la impresión mental por los acontecimientos vivenciados ha sido diferente según la trascendencia, impacto emocional y madurez etaria, al momento de su ocurrencia.
Por ejemplo en los nacidos a mitad de la década del 40 son imborrables los impactos racionales y emotivos directos, producidos por los siguientes acontecimientos:
- II Guerra mundial. Victoria aliada y Bombas atómicas (1944/45).
- Conmemoración del Año del Libertador (1950).
- Voto femenino (1951), revolución (1955), fusilamientos (1956).
- Epidemia de parálisis infantil (1956/57).
- Conflicto “laica – libre” (1958), Revolución cubana (1959)
- Sesquicentenario de Mayo (1960) y de la Independencia (1966).
Dicha franja generacional, también asimiló indirectamente los impactos mentales de las memorias y experiencias transmitidas por sus padres, maestros, familiares o de amigos, en los cuales también fueron imborrables sus vivencias infantiles, adolescentes y juveniles durante las décadas previas. Por ejemplo:
- Revolución del 43.
- Guerra Civil Española (1936).
- Década Conservadora (1930-1943).
- Nazismo (1933)
- Revolución del 30.
- Reforma Universitaria.
A su vez esta última franja generacional asimiló indirectamente los efectos de los impactos imborrables de sus abuelos. Por ejemplo:
- Las peripecias personales y familiares como inmigrantes.
- Los esfuerzos para su inserción social o comunitaria.
- Las luchas sociales post I Guerra Mundial (1914) .
- Los fanatismos raciales e ideológicos.
- Los festejos del Centenario (1910).
- El terrorismo anárquico (1909).
- La patagonia rebelde (1920)
Y por carácter transitivo, la influencia de los bisabuelos. Por ejemplo:
- Crisis financiera de fin de siglo.
- Revoluciones radicales (1905, 1893 y 1890).
- Crisis de la banca (890)
- Conquista del Chaco (1884).
- Fundación de La Plata (1882).
- Presidencia de Roca(1880).
- Guerra por la capitalización de Buenos Aires (1880).
- Campaña contra el indio (1878).
En conclusión, entender y conocer los procesos de conformación de una conciencia intergeneracional respecto de los procesos históricos internos y contextuales vividos por sus franjas etarias, facilita la comprensión de su devenir. Máxime en el marco de una historia argentina de apenas dos siglos con tres siglos previos de historia hispano (ibero) indiana.
12. SITUACIÓN
El sistema mundial, parece afirmar un predominio tripolar de USA, Rusia y China, tendiente a un entendimiento inspirado en el paradigma propuesto por Juan Pablo II, “Unidad del Género humano y Convergencia de las Naciones”, en el Jubileo del año 2000, compiten en los frentes de la ciencia, tecnología, energía, espacio, defensa y finanzas y coinciden en la prevención de amenazas comunes: fundamentalismo terrorista, crimen organizado (narcotráfico- lavado de dinero), conflicto en el cercano oriente, crisis ambiental y resistencia industrial.
El Papa Francisco I ha brindado los gestos previos necesarios con Judíos y Palestinos, se ha reunido con Obama y Putín, y recientemente con el patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa. No sorprendería recibiera en Roma a Putín y a Xi Jinping.
La visión papal es “Unidad del Género Humano y Convergencia de Naciones y su estrategia, la Palabra (Revelación). Los medios: los Pueblos del Libro. Y las directrices morales: el ecumenismo interreligioso, el cuidado ambiental (Laudato si) y la comprensión de la Misericordia Divina y práctica de la humana.
En el ámbito interno argentino se afianza el orden republicano reestablecido en todos sus poderes de estado. Todavía perdura la promoción de desvalores sociales exaltados por la inmoralidad dirigencial de los últimos 25 años sobre una población envilecida por la pobreza subsidiada. El caso Jujuy es emblemático; territorio nacional hasta 1944, luego estado autónomo pero infectado por el indigenismo troskista del FRIP (Santucho) a partir de 1960, como todo el NOA, Bolivia y Perú; donde implantó una subcultura parasitaria y salvaje, visible en Jujuy, pero inadvertida en el GBA o los centros urbanos del interior y aún en la C.A.B.A.; solo hay que caminar por Constitución, Balvanera o Flores para verla.
Esta subcultura es uno de los extremos dialécticos reabiertos y exasperados por el rencor clasista promovido y desbocado por la demagogia partidocrática.
El otro término social, si bien mayoritariamente harto de tanta demagogia, no parece muy apto para sanear la República dado el deterioro de su moral social por la falta de ejemplo dirigente, permisividad (“Se igual”), insolidaridad, escepticismo y anomia.
Ante esta dialéctica, la comunidad nacional busca un mensaje superador de y para ambos extremos, en el cuálla celebración del Bicentenario, podría permitirla creación de una oportunidad ala ciudadanía, especialmente a las personas mayores, para participar en un servicio social cuyo paradigma patriótico, sea sinérgico con los fines de las políticas de Estado: Defensa, Educación, Cultura, Economía, Interior y Exterior.
El análisis de la situación muestra como fortaleza la disponibilidad de una población en su mayor parte constituida por personas mayores, jubiladas o en trámite de serlo cuya expectativa de vida hoy supera los 80 años.
Segmento etario consolidado mediante un sistema previsional eficiente desplegado sobre todo el territorio nacional.
El cual a su vez incluye un vasto y eficiente sistema asociativista que incluye un gran número de retirados de las FFAA y de Seguridad con sabiduría, experiencia y actitud para insertarse en el sistema nacional de la Economía Social solidamente establecido en todo el territorio argentino.
En suma, suficientes liderazgos y referentes, dentro del “Mutualismo Militar”, con una actitud de vida, racionalmente sensata y emocionalmente comprensiva, especialmente entre aquellos retirados profundamente impactados por las emociones y enseñanzas obtenidas en sus vivencias y experiencias contemporáneas a partir del “Año del Libertador”
En dicho escenario son circunstancias propicias para transformarlas en oportunidades las siguientes:
- La reanimación popular del entusiasmo patriótico por la celebración del Bicentenario.
- La reanimación progresiva, en la catolicidad, el cristianismo y los credos monoteístas, de la conciencia social ambientalista (amor al prójimo) y del re-ligamiento espiritual con el orden natural de la Creación (amor a Dios), beneficiosa para la población general, por efectos de la propagación del magisterio de la encíclica “Laudato si”.
- La reanimación, en la catolicidad, el cristianismo y los credos monoteístas, de la mística y práctica misericordiosa que históricamente los caracteriza; beneficiosas para la población general en la recuperación del sentido común, la reconciliación social, la unión nacional, la tolerancia humana y el compromiso intergeneracional hacia el futuro, por efectos de la propagación del magisterio del Jubileo Extraordinario de la Misericordia que concluirá este Año Santo, providencialmente el 20 de noviembre de 2016 “Día de la Soberanía Nacional.
Sin soslayar las debilidades de nuestra característica idiosincracia argentina, tales como:
- Generalizado desorden (“Cambalache”) y relativismo moral(“Se igual”).
- Pervivencia de controversias y seudo opciones sico-sociales internas. Por ejemplo: Inteligencia o Voluntad. Realismo o Idealismo. Justicia o Vizcachismo. Libertad o Independencia. Anarquía o Jerarquía. Hipocresía o dogmatismo. Populismo o Civismo. Sistémica o improvisación. Universalidad o Permisividad. Convergencia o solidaridad. Pereza o indiferencia).
- Retraimiento generalizado de la voluntad para el servicio social por humillación cívica, frustración profesional, exclusión social, pérdida de vigor, menor expectativa de vida, excepticismo, desánimo o desesperanza.
Y sin descuidar las acechanzas de amenazas como:
- Fanatismo ideológico.
- Endurecimiento reaccionario del civismo.
- Desplazamiento de las expectativas republicanas hacia posiciones intransigentes o revanchistas.
- Renimación de los mitos sectarios.
“Es nuestra convicción que el mal de la Nación se debe en gran parte a sectarismos y a demagogias que no datan de hoy, sino que renacen siempre; y que nos han desgarrado hasta la violencia”[25].
Tras dicho somero análisis no es disparatado pensar los siguientes supuestos internos:
- La elección general prevista para el 2017 absorberá la intencionalidad del accionar práctico de todas las organizaciones(corporativas, sociales y sectoriales) en la RA.
- Los proyectos de inversión internacional, dentro del territorio argentino, intensificarán su dinámica.
- El bipartidismo aprovechará la conflictividad económico-social.
- La República se consolidará.
13. PROBLEMAS, PREVISIONES, PREDICCIONES
Y PRESAGIOS
José Carlos Albano Do Amarante[26], en su libro “El Vuelo de la Humanidad…”[27]muestra que a lo largo de la historia, la experiencia acumulada sobre las consecuencias de las innovaciones tecnológicas, en la sociedad, permite constatar que muchas de ellas, al estar disponibles simultáneamente para su uso, provocan alteraciones en el vivir, en el pensar, en el sentir, en el convivir , en los valores, en las prioridades, en la cultura, en el esbozo regulatorio de la convivencia social, en las instituciones y cambia la propia visión que el hombre tiene de si mismo. ………………………………………………………………………………………Finalmente, el autor presenta intrigantes reflexiones prospectivas y antevé que, en el futuro próximo , el vuelo, en las alas de la ciencia y la tecnología , llevará a la humanidad al desafío de la aventura espacial, sin descuidar la responsabilidad por la preservación de las condiciones apacibles y acogedoras de habitabilidad de la tierra [28].
Tras señalar lo efímero del paso del hombre sobre la Tierra, 4 millones de años, entre los cuales se hizo “Sapiens” a partir de los últimos 190.000, Albano de Amarante nos hace notar que recién logró la supremacía sobre los demás animales hace solo 9.000 años, a partir de la invención del arco y la flecha; la primera de 101 tecnologías de impacto que provocaron la evolución civilizatoria de la humanidad desde la prehistoria hasta la actualidad activada por revoluciones socio-culturales.
Las motivaciones del autor fueron las siguientes: “Dar una visión de cómo reacciona y actúa la tecnología en el proceso socio cultural y de cómo la humanidad depende de la tecnología para continuar su trayectoria. Cómo así también realzar la visión humanística de sus principales agentes: los ingenieros”.
Y que el propósito del libro es: “explicitar que el crecimiento tecnológico resulta tanto en beneficios como en problemas para nuestro habitat. Y que a comienzos del siglo XXI debemos encarar seriamente los problemas existentes como consecuencia del progreso desenfrenado de la tecnología en los últimos doscientos años”.
Como corolario de los 11 capítulos el autor plantea enormes desafíos a superar en el futuro por la humanidad:
Grandes problemas del presente:
- El control de la aplicación de las energías sucias.
- La fusión nuclear.
- La demanda energética.
- La explosión poblacional.
- El aumento de la expectativa de vida.
- El control de la natalidad.
- Las enfermedades epidémicas no controladas.
- La brecha (Gap) de la población rica-miserable.
- El acceso a la alimentación.
- La polución ambiental.
- El cambio climático.
- La brecha (Gap) civilizatoria.
Impactos de la tecnología:
- Valor de la mujer en la sociedad.
- Individualismo.
- Transferencia del conocimiento.
- Posibilidad de vida extraterrestre.
- Emblocamientos económicos.
- Negocios por internet.
- Fabricación personalizada.
- Empresas transnacionales.
- Estado planetario.
- Agrupamiento de naciones.
- Reorganización internacional.
- Democracia personalizada.
- Partidocracia del conocimiento.
- FFAA espaciales.
- Complejidad tecnológica.
Puntos de previsión:
- En el 2030 todo lo hecho o dicho será registrado. Todos tendremos una dirección de protocolo en internet (IP).
- A medida que la tecnología sea más accesible la guerra biológica será una amenaza mayor. Bacterias y virus podrán ser alterados.
- Disminuirá la primacía del automóvil como medio de transporte.
- Mayor especialización y diversificación profesional.
- Sistemas jurídicos interconectados en red.
- Prefeccionamiento genético y biomédico.
- Contínua renovación y reciclado profesional.
- 60% de la población continuará siendo urbana.
- Secularización religiosa en medio oriente.
- Electrificación para el 83% de la población mundial.
Presagios:
- Turbulencia ecológica.
- Civilización ambiental.
- Civilización espacial.
14. EL COMPROMISO
Como decíamos en el tema 5. Un Jubileo es el festejo de las bodas de oro y de su renovación.
Y su particularidad es que además del festejo de la fidelidad con que los argentinos hemos sido capaces de convivir vivir durante los cincuenta años pasados, lo importante son dos acciones:
- Reconocer y evaluar los frutos generacionales cosechados en el medio siglo vivido.
- Renovar el compromiso de fidelidad en el futurlo que nos reste vivir.
Entonces, lo trascendente a celebrar será en el futuro. Compromiso muy arduo frente al incremento de la expectativa de nuestra vida humana.
Si duda la celebración del bicentenario de la declaración de la independencia, nos impone mayores y difíciles desafíos los que pertenecemos a generaciones de mayor edad.
Pero “Obras son amores”. ¿Cómo planificarlas y programarlas en metas de corto y mediano plazo al alcance de las generaciones que se relevarán durante el próximo medio siglo, manteniéndolas vigentes ante los indetenibles efectos desatados a consecuencias del obrar en el pasado y también frente a los vertiginosos cambios que genera el obrar presente y en el futuro, tal cual predice el punto anterior?.
A los fines del orden natural de la Creación, lo que hagamos debe tender a tres fines:
- Desarrollar el talento de la juventud.
- Desarrollar la unidad intergeneracional.
- Desarrollar la ética universal.
Con dicho fines para celebrar el bicentenario de la declaración de la independencia durante los próximos cincuenta años, planteamos una renovada Utopía Argentina, concebida a partir de su principal símbolo nacional y proyectada sobre los símbolos sudamericanos y universales de íntima argentinidad: El Sol, la Cruz del Sur y Aurora.
15. LA EPOPEYA DEL SOL.
Los dos millones ochocientos mil kilómetros de nuestro patrimonio geográfico, cultural, humano y territorial, fueron puestos bajo la soberanía argentina partiendo de cero, como resultado de un esfuerzo titánico, en gran parte armado, de apenas dos siglos confrontando toda clase de enemigos, resistencias y obstáculos, conforme el ideario de los Padres de la Patria y de los estadistas que los interpretaron posteriormente.
Pocas naciones del mundo pudieron realizar tamaña epopeya en tan breve lapso; la independencia argentina y de dos naciones hermanas. Superando las más altas cumbres del mundo y miles de millas naúticas del Pacífico. Tal odisea, siguiendo la ruta del sol señalada por el Libertador constituye la piedra angular de la identidad argentina.
El 25 de mayo de 1.810, fue punto de partida formal de la emancipación argentina y suramericana de todo el imperio colonial euro-americano que los patriotas criollos residentes en la Ciudad de Buenos Aires iniciaron, en nombre del pueblo y respaldado por las armas, dando a luz el Primer Estado Patrio de Ibero-américa -aunque tercero de América, después de los EEUU de NA y de Haiti- al emancipar su propia dicha ciudad, su primera posesión territorial.
El gobierno revolucionario del Estado Patrio, nacido sin fronteras precisas, anhelaba la integración de todas las dependencias del Virreinato dentro del cuerpo político patriótico en formación. Aspiración anulada por la oposición de Lima, Asunción y Montevideo, capitales que no obstante los reiterados y sacrificados esfuerzos de las Provincias Unidas, fue imposible persuadir o someter, mientras combatían simultáneamente contra los realistas en todos los frentes y rechazaba las pretensiones del imperio lusitano en el Plata.
Merced a ese esfuerzo, hermanado con el de otros criollos americanos, las armas de la Patria dieron origen, en los dieciocho años siguientes al grito de mayo, a la independencia y organización política de Paraguay, Chile, Perú, Ecuador, Bolivia y Uruguay, que abarcan en su conjunto cuatro millones de kilómetros cuadrados pertenecientes a la jurisdicción española.
Los territorios provinciales de la futura República Argentina fueron logrados –por las mismas provincias que luego las constituyeron- en luchas, no solo contra los realistas del Río de la Plata, Chile y Perú, sino también contra el expansionismo portugués y el influjo absorbente del Puerto de Buenos Aires, ciudad con la cual no obstante mantuvieron intereses comunes que permitieron estructurar más tarde la Unión Nacional.
La Unión Nacional, constitucional y definitiva de los Estados Provinciales logró concretarse luego de cincuenta años de guerras fraticidas e internacionales. La hazaña de materializar tan extraordinario interés común fue posible gracias a los gobiernos surgidos de esa epopeya libertadora, a la común vocación de grandeza de los dirigentes criollos de las ex colonias y a la heroicidad de sus pueblos y soldados.
La afirmación de la soberanía sobre los territorios de Formosa, Misiones, Chaco, Neuquén, Río Negro, Chubut y Tierra del Fuego, se completó con las acciones militares que epilogaron en la ocupación de los dominios del indio salvaje y de los desiertos; éxitos que duplicaron la superficie del territorio bajo dominio efectivo dando por resultado la fijación de nuestras fronteras terrestres definitivas.
Estos logros fueron completados en el Siglo XX, con las campañas científicas y militares en el lejano sur atlántico y antártico que amplió notablemente el dominio y la influencia argentina en dichas regiones; esfuerzo nacional que por supuesto incluye la inconclusa y heroica Gesta de Malvinas y Atlántico Sur.
De esa manera se desarrolló elpatrimonio territorial actual de la República Argentina, el más extenso de todos los estados hispano-americanos.
El futuro de su preservación y engrandecimiento dependerá de las políticas de estado y los planes estratégicos de sus gobiernos sean iluminados por el mismo sol.
16. LACONVERGENCIA DE LA CRUZ DEL SUR
Iluminados por dicha constelación, los habitantes de la cuenca del Plata genética y culturalmente resultan de cinco grandes migraciones intercontinentales.
La primera y más remota, de los pueblos asiáticos que migraron a América por el Estrecho de Bering y se desplazaron por las Rocallosas hacia el sur por ambas laderas de los Andes hacia la vertiente Pacífica y hacia la vertiente Amazónica y la cuenca paranaense.
La segunda, de los pueblos indo-asiáticos (austronesios) que migraron a sudamérica por los archipiélagos de Oceanía hacia la Isla de Pascua y el Perú. La tercera, ibérica (hispano-lusitana).
La cuarta, de miles de africanos cautivados en Africa por portugueses y holandeses para ser vendidos en Buenos Aires como esclavos tanto en las minas de Mina Gerais y Ouro Preto como en las del Potosí.
Y la quinta, muy reciente y numerosa, de inmigrantes provenientes de pueblos de cultura mediterránea (Euro-afro-asiáticos) célticas o indo-europeas del Cáucaso, el Báltico, el Danubio, y toda la Europa nor-pirenaica.
Así, en la cuenca del Plata y particularmente bajo la identidad de la Argentinidad los descendientes de las cinco migraciones, iluminados por la mística de dicha constelación fueron y son beneficiarios de la mayor conjugación humana de todo el mundo y su historia.
Por eso la Cruz del Sur, es clave de identidad sudamericana y símbolo de convergencia humana y conjunción humana.
17. LA ELEVACIÓN DE “AURORA”
Así, fieles al devenir histórico, asumiendo que el Meridiano Argentino no es el geo-polar de “Grenwicht” sino el cultural del “Libro” que mixturó el Occidente “Mediterráneo” con el Oriente Filipino en nuestra centralidad “Medimarítima” e interoceánica.
Y que nuestro “Ecuador Bicentenarista” no es el paralelo geo-térmico del ecuador sino el patriótico “Sanmartiniano”, regado sobre la cordillera de los Andes con sangre argentina, desde el Monterrey,libertado por Bouchard, Ecuador, Perú, Las Malvinas (todavía irredentas), La Antártida y la sur-oceanidad Índica y Filipina.
Por eso AURORA, es clave de identidad humana y símbolo de superación universal
EPÍLOGO.
Ahora, observando el globo terráqueo con la radial, flamígera y explendente mirada del jubileo bicentenario, sacro y patrio; y, con la perspectiva argentina desde la Cruz del Sur, reposicionada por el Meridiano Cultural y el Ecuador Patriótico, advertiremos que nuestra Argentina junto a toda América y a la Antártida tiene la forma de una gran ave (paloma, cóndor o águila),que explaya su alas y . . .
. . .“ audaz se eleva en vuelo triunfal,
azul un ala del color del cielo,
azul un ala del color del mar”. . .
Con esta Visión Argentina del Bicentenario, consciente de nuestra razón de ser histórica y comprometidos con su sentido ético de superación axiológica universal, podremos inspirar una formulación arquitectónica del Proyecto Común que nuestra Patria y América merece para su tercer centuria independiente.
Buenos Aires, 24 de marzo de 2016.
ANGEL DANIEL LEON MARTÍNS
—- o —-
[1]REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua española. XXIII Ed., 2014, (www.rae.es).
[2] FUNDACIÓN INSTITUTO DEL BICENTENARIO. Centro de estudios políticos y de relaciones internacionales. Inspección General de Justicia, Resolución N° 1.087/95. República Argentina 1995.
3CONFEDERACIÓN DE ENTIDADES PATRIÓTICAS. Asociación civil sin fines de lucro.Buenos Aires. 1997.
[4]SMYTHE, PERCY CLINTON SYDNEY, VIZCONDE DE STRANGFORD. Lord Strangford, embajador de Gran Bretaña ante los reyes de Portugal, en ese país y en Brasil.
[5]ROBERT STEWART, VIZCONDE DE CASTLEREAGH. Entre 1812 y 1822 fue encargado de asuntos exteriores de Gran Bretaña.
6 HEYWOOD, PETER (Capitán). Marino inglés a bordo de la flota invasora a Buenos Aires en 1807. En 1812 era funcionario diplomático ante las autoridades de Buenos Aires, responsable de la protección de comerciantes británicos.
[7]NOTA AL PIE sobre la carta de Strangford.
[8]STRAUBINGER, JUAN, La Santa Biblia, Tomo I. Levítico. Capítulo XXV, El año sabático, página 148.
[9]STRAUBINGER, JUAN, La Santa Biblia, Tomo II. Isaías. Capítulo LXI, Ministerio del Mesías, página 944.
[10]STRAUBINGER, JUAN. La Santa Biblia, Tomo II. Nuevo Testamento, Evangelio según San Lucas. Capítulo III, La vida pública de Jesús en Galilea, página 82.
[11]STRAUBINGER, JUAN. La Santa Biblia, Tomo II. Nuevo Testamento, Cap. LXI, Ministerio del Mesías, Nota del autor N° 1. página 944.
[12] EVANGELIO DE SAN MATEO.Cap. 7
[13] FUNDACIÓN INSTITUTO DEL BICENTENARIO. Estatuto social, pág. 1 y 2. Inspección General de Justicia, Resolución N° 1.087/95. República Argentina, 1995.
[14]HTTPS://ES.WIKIPEDIA.ORG/WIKI/JOS%C3%A9_DE_GARRO. Buenos Aires, 16 de marzo de 2016.
[15]HTTPS://ES.WIKIPEDIA.ORG/WIKI/COLONIA_DEL_SACRAMENTO. Buenos Aires, 16 de marzo de 2016. Historia de la Colonia de Sacramento.
[16]HTTP://WWW.EUSKONEWS.COM/0538ZBK/KOSMO53801ES.HTML. Buenos Aires 16 de marzo de 2016.Luis José de Chorroarín (Buenos Aires, 1.757/1.823). Porteño, hijo hijo de vazcos, fue presbítero canónigo, domínico, doctor en lógica y filosofía (Univ. de Córdoba), alumno, profesor y rector del Real Colegio de San Carlos, partícipe del motín de 1809 encabezado por Martín de Alzaga contra el Virrey Liniers, destacado participante en la Revolución de Mayode 1810, en los primeros gobiernos independientes, en la Asamblea del Año XIII y caracterizado diputado en el Congreso de Tucumán de 1.816.
[17]STRAUBINGER, JUAN. La Santa Biblia, tomo II. Malaquías, Capítulo IV, Triunfo de los justos, página 1.233.
[18]HTTP://PAGINA-CATOLICA.BLOGSPOT.COM.AR/2013/03/. El sol argentino en el escudopapal.html.
[19] PAEZ GARRAMUÑO, JUAN CARLOS.…Y LLEGARON LOS INDIOS!!! (El hombre americano precolombino), (Pág. 85). E. Santiago Rueda Editor. 2.005. Argentina.
[20]IGLESIA Y COMUNIDAD NACIONAL. CEA XLII, Asamb. Pl.. S.Miguel.4-9/V/1981.
[21]RECREAR LA VOLUNTAD DE SER NACION. CEA,80 Asambl. Pl., S. Miguel, 11/XI/2000.
[22]QUEREMOS SER NACIÓN. CEA, 129 reunión de la Com. Perm., 10/VIII/2001
[23]EL DIÁLOGO QUE LA PATRIA NECESITA, 130 Reun.Com.Perm.CEA, 13/XII/2001.
[24]RECONSTRUIR LA PATRIA. CEA, Reun. Extraord. B.A. 7-8/I/2002
[25]IGLESIA Y COMUNIDAD NACIONAL,CEA, XLII Asambl. Plen. 4-9/V/1981.
[26]JOSE CARLOS ALBANO DO AMARANTE, General de División del Ejército de la República Federativa del Brasil, Ph. D. en Aeronáutica y Astronáutica (Stanford University, 1979), Dr. en Ingeniería Mecánicay (Stanford University, 1978), Dr. en Ingeniería Quimica (COOPE – UFRJ, 1974), Lic. en Ingeniería Química (IME, 1971). Fue presidente de la Industria de Material Bélico de Brasil (IMBEL), Asesor del Ministerio de Defensa para asuntos de Ciencia y Tecnología y actual profesor en el área de asuntos estratégicos en Defensa y Seguridad de la Universidad Federal Fluminense .
[27]CARLOS ALBANO DO AMARANTE, El Vuelo de la Humanidad: 101 tecnologías que cambiaron la faz de la Tierra. 1ª edición. Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Mas Letras Comunicaciones, 2014.
[28] WLADIMIR PIRRÓ E LONGO. Profesor del Núcleo de Estudios Estratégicos de la Universidad Federal Fluminense. El Vuelo de la humanidad. Página 17.