Con dicho motivo, el 21 de agosto de 2020, convocada por el Instituto del Bicentenario y con el auspicio de “cultura.net.ar” se realizó la reunión virtual de los amigos de nuestro sitio.
Después de recibir a los participantes el Ing. Agr. Mg. Ec. José María Menéndez Cendon, realizó una breve explicación del sitio y se procedió a iniciar el acto.
Desarrollo del programa:
Exposición de la Profesora Florencia Grosso Académica del Instituto Sanmartiniano y de la Academia Argentina de la Historia, Presidente de las Damas Patricias Remedios de Escalada de San Martin y Miembro de la Confederación de Entidades Patrióticas.
Lectura y comentario por parte de la autora, de su carta de lectores publicada por el diario Clarín el 17 VIII 2020, con motivo de cumplirse 170 años del fallecimiento del General San Martín.
Señor Director
De mi mayor consideración
El próximo 17 de agosto se cumplirán 170 años del fallecimiento del Padre de la Patria, el General José de San Martin. Vuelve a su tierra en 1812, se embandera con el ideal de un mundo nuevo y se pone a su servicio.
Jefe de un ejército profesional, fue Libertador de pueblos, no conquistador. Como gobernante, honesto y justo.
Parco en el hablar y breve en la prédica, detestó la verborragia discursiva. Mandatario ilustrado, creó instituciones para los pueblos que gobernó, y fundó escuelas, bibliotecas, museo. Diría: “Para defender la libertad y sus derechos, se necesitan ciudadanos de instrucción”.
Fue honorable en lo público y privado. El viajero Enrique Brackenridge en 1820 visitó a su esposa Remedios, que en su ausencia vive con sus padres y dice: “Las virtudes privadas y discretas en la vida de San Martin me dieron una opinión muy favorable del hombre. La excelencia y pureza de la vida privada, es, en conclusión, el mejor cimiento de la confianza pública”. Las Máximas que escribió para educar a su hija, son espejo
de su propia conducta ética.
Dejó el espacio que con justicia había ganado con su entrega sin claudicaciones a la causa americana y se retiró al ostracismo voluntario, para no perjudicar con su persona a las nuevas naciones que se constituían, dejando que la gloria de terminar la liberación del continente quedara en otras manos, con templanza, en silencio, sin queja, ni revancha espuria. Solo era un hombre ¡pero qué grande fue su humana capacidad de vencer debilidades y alzarse sobre ellas con estoicismo, guiado por un mandato moral cultivado y determinado a un propósito superior! Hay tiempos sensibles en la historia argentina en que su figura, por oposición se agiganta, y el de hoy es uno de esos. Es el momento del regreso de los próceres a la memoria del pueblo. En este año del
General Manuel Belgrano, su amigo y hermano en la gloria, el que deseó a la patria que los “buenos ciudadanos trabajen para remediar sus desgracias”, seria plausible que los argentinos, alzando la mirada a los grandes que murieron olvidados y un día fueron guía y ejemplo de una gran nación, se unan para remediar sus desgracias y restituyan a la Patria su antigua dignidad.
Exposición del Ing. Eduardo Albano:
Ex cadete del Liceo Militar Grl. San Martín. Miembro del Instituto del Bicentenario.
El expositor se refirió al proyecto presentado ante la Gobernación de Corrientes en homenaje al Gral. San Martín.
El gobernador Valdés, tuvo la inquietud de realizar un llamado a concurso de ideas para erigir un monumento de homenaje al General San Martín en su lugar de nacimiento, la localidad de YAPEYÚ, el cual se declaró desierto. Un allegado al Gobernador contactó al estudio que el Arquitecto Viñoly posee en Buenos Aires, para conocer si el arquitecto estaría interesado en proponer una idea.
Rafael Viñoly (1944) nació en Montevideo, hijo de un gran director de cine (Rafael Viñoly Barreto y de una Profesora de matemáticas). Estudio en la UBA y abrió su primer estudio, con asociados, en Buenos Aires. Se mudó a New York en 1978 y se fue convirtiendo en uno de los arquitectos más famosos y activos del mundo.
Posee estudios de arquitectura en Abu Dabi, Dubai, Barheim, Londres, Los Angeles y New York manteniendo un estudio asociado en Bs As. Entre muchas obras en Argentina, se destaca el edificio Cero + Infinito, que diseñó para la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA, en la Ciudad Universitaria. En este proyecto el Arquitecto Viñoly donó sus honorarios.
Al arquitecto Viñoly le interesó la idea, pero como declaró no conocer casi nada de la historia de San Martín, se puso a estudiar y a consultar historiadores por más de un año.
Concluyo luego en que el monumento debería simbolizar no solo la grandeza del General sino ser un factor de unión entre los Argentinos, para los que sin duda la figura del General tiene unanimidad en el respeto, cariño y admiración . También considero que ello podría ser extensivo a los Pueblos de Chile y Perú.
Propuso entonces construir en el medio del rio Uruguay, frente a las costas de de Yapeyú, un sable corvo a escala monumental, de 260 m metros de altura. El material de construcción sería de acero inoxidable y tendrá su borde externo flamígero, el que se encendería en las fechas patrias y de recordación de efemérides del General San Martín. Propuso que la financiación fuese privada por medio de donaciones y benefactores.
Exposición del Lic. Francisco José Fernández Abella
Ex cadete del Liceo Militar Grl. San Martín. Gerontólogo – Calígrafo Público Nacional – Presidente de la Asociación Liceísta MOLINA – Directivo de CREDUS (educación y socio-ambiente) El expositor desarrolló una defensa ética y científica de la doctrina sanmartiniana. Los actos tanto públicos como privados de los hombres que han tenido injerencias importantes en el desarrollo de los pueblos, generalmente son analizados por los historiadores de acuerdo con el modo que impactaron en sus propios acervos culturales y/o genéticos de ética, moral, y por qué no en sus ideologías y miserias, sobre todo estas. El Hombre cuyo “nombre célebre jamás sería manchado por faltar a las promesas realizadas”, era ferozmente atacado con toda la artillería dialéctica que nutre a los minúsculos seres que no pueden trascender más que sobre los hombros de gigantes, como diría Ayn Rand Avisado a tiempo por sus amigos sobre las emboscadas que sempiternamente le tendían sus “enemigos”, uno de los cuales es honrado inmerecidamente con el nombre de la Avenida más extensa de América, salva San Martín su vida en algunos casos y su libertad en otros. Es que todo hacedor humilde inevitablemente será atacado por los infelices mortales que, como diría el Adalid, se han encontrado con una miserable cuota de poder alentando una discapacidad producto de la Soberbia y su hija la Envidia, pecados favoritos del Innombrable. El caso es que, por lo anterior, se abalanza la prensa injuriosa sobre el Héroe tratando de reducir la grandiosidad de sus hazañas y relativizar los resultados obtenidos por estas. Finalmente, en el alma del pueblo hacia su Adalid imperó la máxima romana: “AQUILA NON CAPIT MUSCAS”, y de allí al Bronce. No es fácil ocultar la complicidad concurrente del liberalismo encarnado en los Carreras, los Alvear y otros donde más que por cuestiones partidarias o posturas ideológicas, en algunos más que en otros imperó esa hija pecaminosa, la Envidia. Si algo nutrió fuertemente la doctrina sanmartiniana, fue su devoción por la neutralidad política encarnada en una sola palabra: LIBERTAD, parte misma de la economía moral de su Jefe Eterno que contuvo a tiempo su mano sobre el sable Shamir antes de cometer el latrocinio que le pedían de combatir a sus propios paisanos enfrentados en luchas fratricidas, cuando su sino era claramente dedicarse a combatir al verdadero enemigo de esa Libertad, el Ejército Godo. Y así lo hizo, construyendo un escenario propicio para el crecimiento y desarrollo de medio Continente Americano, demostrando enorme capacidad organizativa, conductora, controladora en todo lo que sería la arquitectura de la más grande hazaña militar que se realizara en el planeta buscando liberar todo un espacio continental del yugo opresor y delictivo de una España en decadencia, sin recursos legales ni fundamentos sociales que justificaran su permanencia en esta América joven e inexperta, pero dotada de una fuerza vital incontenible. Bien podemos encontrar en José Francisco dotes de conductor, sí, pero al mismo tiempo munido de conocimientos desarrollados desde sus dos años en la Ciudad de los Pájaros (Yapeyú), el muy probable Seminario de Nobles de Madrid, pero afianzados en las exigencias como cadete del Regimiento de Murcia, en Filosofía, Historia, Idiomas, Geografía, Moral, y ciertamente en Matemática, Física, Geometría y Cosmografía. Conocimientos que sólo insertándolos en un introyente exigido y correspondido por una férrea disciplina y voluntad orientados al estudio, pudieron concretar y consolidar una vida de entrega total al servicio desde Oran, pasando por Bailén, Arjonilla, las campañas en Galicia, el Regimiento de Granaderos para culminar en los Andes y campaña de los Puertos Intermedios con sus benéficas metástasis por todo Hispano América y el Caribe Es en este momento cuando, en virtud de lo expresado, es justo salir en defensa de los conocimientos en ciencias exactas del Gran Capitán, conocimientos que también fueran tangencialmente deformados o desvirtuados por la Historia de Escritorio tal vez aprovisionada por libelos de tinterillos, en el error conceptual y literal, repetido hasta nuestros días sin solución de continuidad, de su famosa frase expresada a su amigo Tomás Guido en correspondencia desde Bruselas y fechada el 18 de diciembre de 1926, donde se lamenta de aceptar la desgracia de ser un hombre público, lanzando su famosa frase, cuando dice: Si, amigo, la desgracia, porque estoy convencido de que “SERÁS LO QUE HAY QUE SER, SI NO, SERÁS NADA”
Un conocedor de las matemáticas como el General San Martín también lo es de la Lógica Matemática simbólica, por lo que jamás hubiera cometido el error de violar los postulados de la Tabla de Valores, donde así como menos por menos es más, DOS NEGATIVAS SEGUIDAS SE ANULAN ORIGINANDO UNA AFIRMACIÓN. Desde niños estamos acostumbrados a leer e iterar hasta el cansancio esa frase como SERÁS LO QUE DEBAS SER, O SINÓ, NO SERÁS NADA. Tomamos el último concepto de la frase y reflexionamos que, si NO SERÁS NADA, ES PORQUE ALGO VAS A SER, y al menos yo estoy seguro que San Martín jamás hubiera cometido ese error conceptual, porque traduciendo a la lógica simbólica resulta NO SERÁS NO, y si NO SERAS NO, es que SI SERÁS. No sólo en los libros de Historia de Argentina se repite esa barbaridad, totalmente desvirtuada de la verdadera frase, sino que está encarnizada en la conciencia del argentino desde las instrucciones recibidas en la escuela primaria, hasta encontrarla como referencia automática en la vida cotidiana como así también orgullosamente equivocada adornando el frontispicio de no pocos institutos civiles y militares. A tal extremo luce el error – tal vez por su enorme tamaño se nos presenta como invisible – que desde el sitio “Catedral de San Isidro” Catalina Beccar Varela hace un extenso panegírico de la frase, sin percatarse de la contradicción. Este pequeño aporte está hecho con la esperanza de iniciar una concientización cultural de reparación del error ancestral y de esa manera desagraviar al Padre de la Patria por el agravio intelectual cometido consciente o inconscientemente tanto por académicos como por el ciudadano común. Ojalá así sea.
Exposición del Dr. Alberto Armani
Ex cadete del Liceo Militar Grl. San Martín – Abogado – Asesor legal de CREDUS. El expositor propuso la reanudación de un ciclo de conferencias presenciales o virtuales en la sede del Centro de Oficiales de las FFAA. Buenas tardes. Hoy celebramos este homenaje al Libertador dando inicio a un ciclo de conferencias que reconoce su antecedente en el año 2012. Por tal razón, a instancias del Sr. Ángel Daniel León, titular del Consejo Directivo de la mutual CREDUS y con el auspicio del COFA, nuestro grupo de ex cadetes de la Camada 19 del Liceo Militar General San Martín, ha resuelto contribuir a la reanudación de aquella instancia cultural. En el sitio denominado “cultura.net.ar” se podrán ver replicados los temas que se traten. La participación es libre y pueden ser invitadas aquellas personas que ustedes consideren oportuno, para asistir o participar como oradores de este ciclo, conforme a las siguientes consideraciones de orden que paso a exponer: – Aquellos interesados en desarrollar algún tema cultural, podrán proponerlo a los organizadores para su consideración y programación. – Se informará el medio de transmisión, las fechas, horarios y temas con un preaviso de 4 días previos. – Para una mejor comunicación con los participantes y asistentes, pedimos a los interesados nos permitan sus números de celular para integrar un grupo “whatsapp2 , modo rápido, efectivo y de interacción verbal. O bien, sus direcciones electrónicas. En ambos casos las hagan llegar al Sr. León al celular 15 4986 3720 o al la dirección electrónica leon.bicentenario@gmail.com Atento a que una vez finalizadas las restricciones impuestas por la cuarentena actual, muchos podrían tener inconveniente en participar los días viernes, es posible que los encuentros se programen los lunes o martes. Cabe destacar que el próximo año, la Camada 19 cumplirá 60 años de su egreso del Liceo Militar y sería muy beneficioso poder incorporar en un link del sitio los recuerdos de nuestro paso por el Instituto y toda la información contribuyente a la organización de tan i|mportante evento en el lugar donde forjáramos nuestra juventud. Finalmente les ofrezco y solicito el máximo esfuerzo recíproco para que estas reuniones, de alto valor cultural, se desarrollen con éxito y nos aporten los beneficios que brinda el conocimiento. Muchas gracias.
Palabras finales del Sr. Angel Daniel León
Ex. cadete del Liceo Militar Grl. San Martín – Teniente Coronel (B) del Ejército Argentino – Pdte. (MC) de la Confederación de Entidades Patrióticas – Pdte. Instituto del Bicentenario – Pdte. Mutual CREDUS – Vpdte. Fundación Nuestra Historia – Miembro Comisión Homenaje Permanente a la Gesta del Atlántico Sur. Con dicha exposición se clausuró el homenaje. Como coeditor responsable, junto con el Ing. José M. Menéndez, del sitio “cultura.net.ar”, me correspondió presentar a la Profesora Florencia Grosso cuya exposición diera apertura y relevancia académica a este homenaje virtual. Ahora, en representación del Instituto del Bicentenario, me toca pronunciar las palabras finales, dado que el presente homenaje al Libertador, en conmemoración de su tránsito a la inmortalidad, ocurre durante el Bicentenario Belgraniano y año víspera del Bicentenario de la Epopeya por la independencia del Perú. A medida que fui madurando el pensamiento crítico, fui tomando conciencia que el Grl. San Martín no fue solo un militar ejemplar, un gobernador eficaz y un estratega genial sino también el estadista argentino con más clarividente visión de toda nuestra historia, aún señera, después de 179 años. Porque su epopeya no fue un mito fundacional sino una realidad, imperecedera, hasta ahora insuperable. La más grande empresa argentina. Tal vez la más generosa en la historia humana. Al Grl. San Martín lo movilizaba una voluntad insuperable servida por una inteligencia superior. Voluntad sostenida por un viril equilibrio de Prudencia, Justicia, Fortaleza y Templanza; virtudes imprescindibles para un dirigente “idóneo” en cualquier jerarquía cívica. Voluntad conducida por el “Querer” de su corazón. Querer forjado por sus emociones desde Yapeyú hasta Cádiz en el servicio a la Nación Hispana, heredado de su padre, el capitán instructor de tropas de Cevallos y administrador de las misiones después de la expulsión de los jesuitas del Río de La Plata. Querer amado en el relato de su madre y hermanos mayores. Querer apasionado en la dura disciplina del servicio “vago al hielo y al calor” en el Ejército Español “la república mejor y más perfecta del mundo…”. Querer, despechado en 1808 por el tiránico absolutismo Borbón. Y lo movilizaba una inteligencia al servicio de su Voluntad. Absolutamente enfocada, a partir de San Lorenzo, a la salvaguarda y supervivencia política, histórica y cultural del devenir humano “mediterráneo- hispano-indiano- americano”. Desde 1816 al de las Provincias Unidas de Sud América, de Ecuador a Malvinas. A partir de su retorno del Perú a Mendoza al de las Provincias Unidas del Río de la Plata, aún a costa de su autoexilio. Finalmente, desde el exterior en el apoyo al sostenimiento de la independencia y soberanía de la Confederación Argentina. Y después de su tránsito a la inmortalidad, aún su espíritu continúa señalando nuestro “deber ser” histórico. ¿Cómo hacer fecundo este modesto homenaje a la memoria del Libertador?. Tal vez comprendiendo las causas que acotaron su misión libertadora e independentista. Lo cual requiere una tarea previa: desideologizar el relato de sus historiadores, como así también el de sus enemigos, fuesen falsificadores, demagogos o chatarreros. Tal vez un método adecuado sea el que plantea el Dr. Enrique Diaz Araujo, en su libro “San Martín: cuestiones disputadas”. ¿Y, como llevarlo a la práctica?. Comprendiendo las múltiples circunstancias sistémicas, que influyeron y condicionaron cada etapa de su dinámica concepción, conducción y ejecución estratégico-política de la Epopeya Libertadora. Formando sincera conciencia de la diversidad de los intereses contrapuestos a su política independentista actuantes en cada uno de los simultáneos tableros de poder, político y estratégico de su tiempo, fueran locales, regionales, continentales o globales. Y aplicando su reflexión metodológica a la realidad de nuestra situación actual y su probable evolución. ¿Qué servicios y beneficios puede brindarnos a partir de hoy la reflexión de este homenaje?. ¡Movilizarnos!. Movilizarnos en este Bicentenario Belgraniano, víspera del bicentenario de la independencia del Perú, para comprender el sentido de vida de Belgrano y San Martín. Movilizarnos y tomar conciencia del nuestro, en esta etapa trascendente de nuestra existencia. Movilizarnos a vigilar, develar y alertar oportunamente las señales o indicadores anticipatorios de la avalancha de emergencias que podrían sobrevenir en el devenir de nuestra constante crisis -histórica, estructural y moral- que nos viene esterilizando y frustrando como comunidad nacional, desde que tenemos memoria. Y movilizarnos para idear, organizar y alistar los recursos necesarios para afrontarla. Desde la nada, como lo hiciera El Gran Capitán.
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