Raul Copello
(copia de los originales de un “libro de artista” (así se llama a algunos formatos que utilizamos nosotros). El libro se titulaba “Hijos del Desembarco”, y se basaba en una frase de Carlos Fuentes, el “borges” mejicano, que me resultó muy ofensiva. El tipo decía que “los mejicanos descendían de los aztecas, los peruanos de los incas; los argentinos descienden de los barcos”. Miente el hombre además, porque él es tan azteca como yo. Creo, sinceramente, que los sudamericanos somos todos inmigrantes, incluidos los “pueblos originarios” que vinieron a pata desde Asia cruzando el actual estrecho de Bering, que entonces no estaba cubierto por el mar (al menos es la tesis más seria).Bueno, esas copias digitales) estaban impresas sobre papel ilustración y montadas, unidas y plegadas sobre cartón y eso era lo que se exponía. La primera vez que lo expuse fue con los tipos que menciono (mis amigos, los artistas) en una muestra colectiva que se hizo cuando cerró el Conventillo Verde, un lugar de exposiciones medio “under” pero emblemático que estaba en la Boca.Y te mando también un par de textos que escribí para muestras del grupo. Uno que se llama “Esto que somos”, que es de una carpeta presentada para una muestra en Tandil. El otro se ttula “Memorias de lo Cotidiano”. Hicimos varias muestras en galerías, centros culturales y algún museo con ese grupo, que terminó fagocitado por la “grieta” como era de esperar.
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